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Economía

El turismo genera los mayores ingresos de Polinesia Francesa. Lo que no significa que sea masivo: suma 261.000 visitantes al año (2023), la mayoría de Estados Unidos y Francia.

Detrás del turismo vienen las perlas negras cultivadas y las exportaciones de monoi, vainilla, pescados y noni. La pesca y la producción de copra son las principales actividades tradicionales.

Boutique en Moorea, Polinesia Francesa

Moneda

La moneda local es el franco francés del Pacífico, código XPF, aunque a veces se abrevia CFP o F.CFP. Tiene tasa de cambio fija con el euro. XPF 119,33 equivale a € 1.

En las islas principales casi todo el comercio acepta euros y dólares norteamericanos. Es preferible viajar con euros porque, además de la tasa de cambio fija, los bancos cobran menos comisión por cambiarlos.

La tarjeta de crédito es buen medio de pago. En las islas más turísticas tiene amplia aceptación y la tasa de cambio es razonable. No conviene depender de los cajeros automáticos. Los hay en las islas principales, pero no siempre funcionan.

Artesanía, Nuku Hiva, Islas Marquesas, Polinesia Francesa

Comercio

Las tiendas suelen atender de lunes a viernes de 7:30 a 11:30 y de 13:30 a 17:00; sábados, por la mañana solamente. Los domingos casi todos los negocios permanecen cerrados.

En Papeete el comercio cubre todas las necesidades. Uturoa, en Raiatea, es pueblo más o menos bien abastecido. En islas como Moorea, Huahine, Bora Bora y algunas más suele haber almacenes o supermercados surtidos con los productos básicos y algo más. A medida que son islas menos pobladas disminuye la variedad de productos y la disponibilidad depende de los itinerarios de los buques mercantes.

En Polinesia no se acostumbra regatear.

Pareos, Tahiti, Polinesia Francesa
Artesanía, Mercado de Papeete, Tahiti, Polinesia Francesa
Perlas cultivadas, Huahine, Polinesia Francesa

Compras

Nada es barato en Polinesia. Algunos licores y perfumes franceses lucen precios interesantes en el duty-free del aeropuerto, pero en general conviene enfocarse en productos locales. Buen lugar para comprarlos es el mercado de Papeete y las calles aledañas, hasta la avenida costera o Boulevard Pomare.

El jabón de coco, espumoso y de exquisito aroma, hace un excelente regalo. También los distintos cosméticos derivados del aceite monoi. Pareos y camisas floreadas abundan en los alrededores del mercado. Las conchas de madreperla talladas son típicas y de precio asequible. Hay artesanías hechas de conchitas, coco y madera; también ídolos tallados —los llamados tiki—, grabados en tapa (una especie de papiro) y piraguas en miniatura.

Para algunos productos tradicionales, como las cestas y los sombreros de hojas trenzadas, y la vainilla sobre todo, conviene informarse de antemano si podrían ser requisados en la aduana del país de destino.

Tahiti lleva unos años produciendo rones de calidad: blancos, dorados y también aromatizados. Han ganado medallas internacionales el ron blanco de T Rhum (oriundo de Tahaa), el ron añejo Single Cask Manutea, en la categoría puro jugo de caña, y Tamuré Dream, que es mistura de ron y licor de naranja. El espumante de ananás marca Manutea también gusta mucho a los visitantes.

El producto estrella de Polinesia Francesa es la perla negra cultivada. Las mejores provienen de las islas Tuamotu y Gambier; también se producen en Raiatea, Tahaa y Huahine. Conviene adquirirlas directamente en las granjas de perlas, en las tiendas especializadas de Tahiti, Moorea y Bora Bora y en las tiendas de los hoteles.

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