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Población

La mayoría de los 276 mil habitantes de Polinesia Francesa son de origen polinesio, con porcentajes menores de chinos —llegados algunas generaciones atrás— y europeos. Tres de cada cuatro personas viven en la isla de Tahiti, mayoritariamente en la capital, Papeete, y los suburbios cercanos.

Mujer tahitiana, Moorea, Polinesia Francesa
Vida nocturna, Papeete, Tahiti, Polinesia Francesa

Los polinesios son relajados, sonrientes y espontáneos. Gustan de la música y el baile y cualquier situación sirve para una junta que cobra vida con ukeleles, guitarras y cervezas Hinano.

Hombres y mujeres suelen adornarse con una flor en el cabello: oreja izquierda para quienes tienen pareja, oreja derecha para quienes están libres. Las mujeres acostumbran aplicarse aceite de coco, llamado monoi, en la piel y el cabello y casi no existe mujer polinésica que no lleve de adorno una o varias perlas negras. Los polinesios se han tatuado desde siempre.

Las carreras de piraguas son el deporte favorito. Al caer el sol es habitual ver el paso de piraguas largas y silenciosas: entrenan para las competencias que alcanzan el clímax durante las festividades del Heiva i Tahiti.

Una tradición que ha sobrevivido es la del mahu o raerae (se pronuncia “reré”). El mahu es un hombre afeminado. El mahu no es forzosamente homosexual, aunque por lo común lo es. Unos son asexuados y algunos incluso están casados con mujer.

El idioma oficial es el francés. También se habla tahitiano. El inglés está ampliamente extendido en el sector turístico. Castellano hablan en los principales hoteles de Tahiti, Moorea y Bora Bora, pero conviene saber francés o inglés si uno se aleja de esas islas.

La propina no es una costumbre polinésica, aunque ya no es mal vista como antaño.

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