Tahiti
Es la entrada a la Polinesia Francesa. Aquí aterrizan los vuelos internacionales y bulle la capital, Papeete. Tahiti abarca desde esta urbe dinámica y cosmopolita, con calles atochadas de automóviles y peatones en alegres vestimentas, hasta paisajes de montes, cascadas y selvas. Dejando Papeete atrás, el verde conquista cada pedazo de tierra, hasta culminar en el otro extremo en los acantilados de Pari, donde desaparecen las casas y golpean las olas.




Ven a Tahiti si buscas:
Tahiti es escala para llegar a las otras islas. Extiende la estadía si te interesan las atracciones culturales —museos, folclor, artesanía, diario vivir—, el senderismo, el surf y la vida nocturna.
Qué hacer en Tahiti:
No están acá las playas de arena suave y aguas turquesa que evoca Polinesia. La orilla tiende a ser coralina, rocosa o de arena tosca y color pizarra.
Predominan en Tahiti las actividades en tierra: excursiones en todoterreno, senderismo, descenso de cascadas a rapel y visitas al Museo Gauguin, el Museo de Tahiti y sus Islas y la casa de James Norman Hall (coautor de El motín de la Bounty). Algunos prefieren recorrer las calles de Papeete y almorzar en una roulotte con vista a Moorea. Otros que viajan con presupuesto holgado, disfrutan de sobrevuelos en helicóptero.
En paseos en lancha y moto de agua se observan ballenas de agosto a octubre, y delfines todo el año. En Tahiti se nada con esnórquel sobre bajos de coral, se surfea en los pasos del arrecife y en algunas playas, se pesca en mar abierto y se bucea.
Alojamiento en Tahiti:
Dos son las alternativas de lujo: el recién inaugurado Hilton, en las afueras de Papeete, y el Intercontinental, con dos piscinas en los extremos de un jardín estirado frente al mar y 24 cabañas sobre el agua (además de habitaciones tradicionales de 3,5 a 4 estrellas).
Le Tahiti by Pearl Resorts (4*) levanta sus habitaciones en estructuras de 5 pisos frente a una playa de arena negra en Arué, a 7 km de Papeete. Te Moana Resort (ex Manava Suite), una categoría más abajo, es de diseño similar; sus suites y estudios son amplios, no así las habitaciones estándar, que recomiendo solo para una noche de tránsito o para day-use antes de tomar el vuelo de regreso.
En el suburbio de Pirae sigue operando Le Royal Tahitien (2,5*), hotel de larga historia, hoy venido a menos. Conserva un marcado ambiente polinésico.
El alojamiento más económico es Mahana Lodge Hostel (camas en dormitorios compartidos), bien situado en el centro de Papeete, calle Paul Gauguin, a media cuadra de la costanera. Studio Ferry Papeete, departamento de un ambiente equipado con cocina, está a una cuadra del muelle de ferris para Moorea. Manaeva Lodge es buena opción si necesitas una noche de conexión cerca del aeropuerto (traslados gratis).
Alojar en Papeete puede ser interesante al final del viaje para realizar compras o cenar en las tradicionales roulottes de Plaza Vaiete. Tahiti Nui (3*) está cerca del mercado y a 4 cuadras de la costanera. Sarah Nui (2*), más básico y no tan bien ubicado, queda donde comienza el barrio industrial. Opciones más económicas son las ya mencionadas Mahana Lodge Hostel y Studio Ferry Papeete; y Fare Suisse, algo más alejada del centro.
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